La primera persona en observar una célula fue Robert Hooke, y utilizó la corteza de un árbol como muestra. El árbol en cuestión era un alcornoque, por lo que se estaba visualizando el corcho de sus troncos. Cogió un trozo de corteza y lo cortó en finas láminas que observó en el microscopio que el mismo fabricó. El corcho aparecía formado por celdas similares a las de un panal de abejas. A cada una de estas pequeñas celdas las llamó células.
Robert Hooke, fue el primer hombre en visualizar unas células en el microscopio.
Esto es una imagen de lo que Hooke observó en su microscopio. Puede verse como las células muertas del corcho están unidas y cada una forma como una pequeña celda, por lo que denominó a cada una de ellas célula.
Los hombres de la foto están quitando la corteza de un alcornoque. De este árbol es de dónde proviene el corcho que utilizamos, por ejemplo, para fabricar los tapones de las botellas de vino.
Esta micrografia muestra como se ven las celdas del corcho pero utilizando un microscopio electrónico de barrido.
En la actualidad podemos repetir el experimento de Hooke observando al microscopio otras partes de nuestro cuerpo o de cualquier vegetal. Por ejemplo, en las siguientes imágenes podemos ver células sanguíneas o células de una capa de cebolla (esta práctica la realizaremos en el laboratorio este año).
Células sanguíneas vistas al microscopio óptico. Pueden
observarse muchos glóbulos rojos y dos leucocitos o glóbulos blancos.
Células de cebolla vistas a través del microscopio óptico. Se aprecia claramente el núcleo y la pared celular.
Como puedes ver, estas muestras presentan una estructura similar a la que observó Hooke cuando vio el corcho en el microscopio, ya que también parecen celdas. Observando otras partes de animales y plantas, llegamos a la conclusión de que todos los seres vivos están formados por células. También se observa que las células sanguíneas son globuares, mientras que las de la cebolla son poligonales. Existe una gran variedad de formas. Generalmente la forma de una célula depende de la función que realiza.
Además, cabe destacar que el tamaño de las células también es muy variable. Pocas células pueden observarse a simple vista. Su longitud varia desde un centenar de micras (1 micra = 0'001 mm) a unos pocos micrones. Como a simple vista sólo podemos ver objetos más grandes de 100 micras, es evidente que se necesitará, como ya sabemos, del uso del microscopio para la observación de la gran mayoría de las células.
Realiza las actividades pertenecientes a este apartado "1.2. La estructura de las células" en la pestaña de evaluación.